
Las dudas que han expresado repetidamente deportistas de prestigio acerca de la calidad del aire de Pekín para la competición de alto nivel no harán que el Comité Organizador cambie sus planes de celebrar todas las pruebas olímpicas en la capital china.
"No tenemos planes de celebrar eventos tales como el maratón en ningún lugar fuera de Pekín", dijo el subdirector del departamento de deportes del BOCOG, Liu Wenbin, en el diario 'China Daily'.
Liu sí admitió que el BOCOG ha previsto días de descanso en el calendario de la competición, por lo que la organización se reserva la posibilidad de realizar algunos ajustes en caso de que las condiciones climatológicas o del aire no sean las más favorables para competir. "Cualquier decisión de posponer o cancelar eventos debe ser tomada conjuntamente por el COI, las Federaciones Internacionales, el BOCOG y los poseedores de los derechos televisivos", aclaró.
Liu sí admitió que el BOCOG ha previsto días de descanso en el calendario de la competición, por lo que la organización se reserva la posibilidad de realizar algunos ajustes en caso de que las condiciones climatológicas o del aire no sean las más favorables para competir. "Cualquier decisión de posponer o cancelar eventos debe ser tomada conjuntamente por el COI, las Federaciones Internacionales, el BOCOG y los poseedores de los derechos televisivos", aclaró.
Aunque aparentemente Pekín ha mejorado la calidad de su aire, la contaminación continúa siendo el principal quebradero de cabeza de la organización, como demostró el pasado octubre un informe del Programa de Naciones Unidad para el Medio Ambiente, que consideró "legítima" la preocupación de los pequineses por este asunto.
El presidente del COI, Jaques Rogge, ya advirtió el pasado mes de agosto de la posibilidad de que algunas pruebas fuesen reprogramadas en función de la calidad del aire para no poner en peligro la salud de los atletas.
Pekín ha invertido miles de millones de dólares para atajar un problema que podría dar al traste con una organización impoluta, aunque las autoridades pequinesas confían plenamente en que los seis meses que quedan hasta los Juegos sea tiempo suficiente para que la calidad del aire mejore sustancialmente.
El presidente del COI, Jaques Rogge, ya advirtió el pasado mes de agosto de la posibilidad de que algunas pruebas fuesen reprogramadas en función de la calidad del aire para no poner en peligro la salud de los atletas.
Pekín ha invertido miles de millones de dólares para atajar un problema que podría dar al traste con una organización impoluta, aunque las autoridades pequinesas confían plenamente en que los seis meses que quedan hasta los Juegos sea tiempo suficiente para que la calidad del aire mejore sustancialmente.
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